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Ramón Rubial: Historia y Memoria
 
   
6.1    La elección en el Consejo

6.2    Lehendakari de todos los vascos

6.3    Las dificultades del Consejo

6.4    El Estatuto de Autonomía, 25 de octubre de 1979

6.5    ETA y la violencia política

6.6    El futuro: una Euskadi autónoma y fuerte

  6.1. La elección en el Consejo
 

Ramón Rubial fue el Presidente de la institución legal más importante de Euskadi desde el Lehendakari Aguirre. Recién nombrado, en febrero de 1978, le preguntaron ¿Lehendakari o Presidente? a lo que afirmó: “Tradicionalmente siempre se ha llamado al Presidente del Gobierno Vasco, Lehendakari. A mí me gustaría que me llamaran así; parece lo lógico”. Ramón Rubial concibió con claridad y determinación el sentido de esta institución: la reconstrucción de la personalidad histórica del País Vasco.

El 17 de Febrero de 1978, Ramón Rubial fue elegido presidente del Consejo General Vasco. Y protagonizó así una de las fases más conmovedoras en la historia de la conquista de derechos y libertades de los vascos. El Consejo General Vasco fue el embrión del Gobierno Vasco de la era democrática.

El espíritu de comunión entre nacionalistas y socialistas presidió esta etapa preautonómica, por encima de sus históricas diferencias ideológicas. El palpable final de la dictadura hizo ver al PNV y al PSOE que la implantación de un sistema autonómico en Euskadi no sería posible sin el consenso entre ambas formaciones. Aquel espíritu del primer Gobierno Vasco de 1936, presidido por José Antonio Aguirre y conformado por el PNV, el PSOE y el PCE, marcó la cultura política del acuerdo que define este periodo de la historia vasca. Se trataba de recobrar la autonomía derogada tras la Guerra Civil.

Ramón Rubial fue propuesto candidato a la Presidencia del Consejo General Vasco. Por su parte, el PNV presentó al también veterano militante Juan de Ajuriaguerra.

Una vez presentados, se sometieron a votación. Se necesitaron ocho votaciones: en la primera, ganó Ajuriaguerra, pero sin mayoría; después, hubo seis empates seguidos. En todas ellas, los dos candidatos votaron en blanco, siendo conscientes de la trascendencia de su voto. Fue en la octava votación, cuando el voto en blanco de Echeverría Gangoiti, de UCD, dio la victoria al candidato del PSOE. De esta manera, y tras una larga y tensa sesión, Ramón Rubial Cavia era proclamado Presidente del Consejo General Vasco.


Carnet de Lehendakari

 
Carta del socialista Joan Raventós al
Lehendakari Rubial
 
"Y... salí yo, con un voto más"
 
Celebrando su victoria con su nieta, Eider
 
Al hacerse público, Ramón Rubial gritó: “¡Gora Euskadi! Dejadme dar un abrazo a Ajuriaguerra”.  El candidato del PNV, Juan de Ajuriaguerra, proclamó a Ramón Rubial Cavia como Presidente del Consejo General Vasco. El canto del Agur Jaunak actuó de enlace honorífico a las primeras palabras del flamante Lehendakari.
     
Proclamación de Lehendakari, Diario 16, 18 de febrero de 1978   Un día antes de la votación, Deia, 17 de febrero de 1978   Las primeras 24 horas del Lehendakari, Deia, 19 de febrero de 1978   Proclamación de Lehendakari, Deia, 18 de febrero de 1978
     
Proclamación Lehendakari, Egin, 18 de febrero de 1978   Ramón Rubial, Presidente, El Socialista, 26 de febrero de 1978   Proclamación de Presidente del Consejo General Vasco, La Hoja del Lunes, 20 de febrero de 1978   (La elección del Lehendakari Rubial, Hierro, 18 de febrero de 1978
     
Tanto los Consejeros y Presidente del C.G.V. fueron personas comprometidas políticamente bajo la Dictadura, La Hoja del Lunes, 19 de febrero de 1978   Resultado de la votación y perfil de Ramón Rubial, Las Voz de España, 18 de febrero de 1978   Constitución del Consejo General Vasco, La Voz de España, 19 de febrero de 1978   Composición del C.G.V., La Voz de España, 18 de febrero de 1978
         
El resultado de  la Elección a Presidente del C.G.V., El Diario Vasco, 18 de febrero de 1978   “Fe en el futuro de Euskadi”, Unidad, 18 de febrero de 1978        
La responsabilidad de ganar le abrumaba, no estaba acostumbrado. Así lo repitió cuando el PSOE ganó las elecciones generales de 1982. Es por ello que se hacía cargo de la situación y, sin ningún gesto de vanidad ni de arrogancia, se ponía al servicio de la política entendida como una tarea noble: “La responsabilidad de mi cargo me quita toda la alegría que este día pudo tener para mí. Ahora hay que centrarse en los problemas más importantes que en estos momentos tiene planteados el pueblo vasco” (Unidad, 18 de Febrero, 1978).

Ramón no perdió el talante humilde que le había caracterizado a lo largo de su vida; iba al despacho en autobús y no quería llevar escolta. Unos minutos después de ser nombrado y, entrevistado por la prensa, sentenciaba: “Mi presencia en el Consejo General Vasco es la presencia de todos los que han vestido mono como yo”. Incluso se permitió hacer una broma de la situación: “Es la primera vez que voy con una pareja de guardias civiles sin llevar esposas…” (Ramón Rubial, 1978)

Comprendió que a partir de ese momento representaba al conjunto del pueblo vasco, un pueblo que había perdido sus derechos y libertades. Bajo esta clave compartida lideró este periodo. Y así empezó su discurso de investidura: “Diré al Pueblo Vasco que tenga fe en el futuro y que se apreste a dar el necesario consenso para llevar la nave a buen puerto.”

En su discurso inicial, Rubial definió al Consejo como de consenso y unidad, mostró el deseo de que Navarra se incorporara al proyecto común y apostó por el restablecimiento de los fueros en toda Euskadi:Constituido en el día de hoy el Consejo General Vasco en la sala de juntas generales de la Diputación que nos acoge, queremos expresar nuestro agradecimiento al territorio que nos ha acogido, a la vez que prometer el respeto a las peculiaridades del territorio alavés, (…) así como nuestro compromiso de alcanzar las máximas cotas de restauración foral en este territorio y en de los de Vizcaya y Guipúzcoa, así como deseamos la próxima incorporación de nuestra región hermana de Navarra (…). He de participar al País Vasco que no debe atribuirla tardanza a razones de divergencia, sino a que se ha hecho con democracia y 40 años sin practicarla resultan difíciles de suplir. El Consejo General no es un Consejo de partido, sino de todos los partidos, de todos los integrantes del mismo. Y por si alguien hubiera equivocado mis palabras anteriores, vuelvo a repetir: Gora Euskadi Askatuta (Ramón Rubial, La Gaceta del Norte, 18 de febrero de 1978)


El C.G.V. en las escaleras de la Moncloa
El 15 de marzo de 1978, el Consejo General del País Vasco fue presentado al Gobierno de Adolfo Suárez en Madrid. El Presidente Ramón Rubial expuso su voluntad de que el País Vasco recuperara su “personalidad histórica y  (el) reconocimiento de sus facultades y capacidades de autogobierno”, así como que “no se dilataran en el tiempo las transferencias de funciones”. Concluyó pidiendo el apoyo explícito del Gobierno Central para “el logro de nuestras más legítimas aspiraciones”. Al día siguiente, la comitiva del Consejo General Vasco prosiguió su itinerario con su visita al Rey Juan Carlos I en el Palacio de la Zarzuela.

El Lehendakari es recibido por el Rey Juan Carlos I

El Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, recibió al C.G.V. en la Moncloa
   
 
 
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