En verano de 1934, Ramón Rubial conoció a Emilia Cachorro López en la playa de Sopelana.
Emilia Cachorro López, la joven de la que Rubial se enamoró
Emilia encarna el prototipo de mujer moderna de los años 30. Una mujer interesada en política, con estudios universitarios y con mucha decisión personal. Había nacido en Santander el 28 de noviembre de 1910. Su madre era una modista de Santander y, su padre, un ferroviario de León. Fue la mayor de dos hermanas. Se labró una carrera profesional con gran sentido de su autonomía personal. A finales de la década de los veinte, decidió irse a Madrid a estudiar una carrera universitaria, equivalente a las ciencias empresariales. Mientras cursó la licenciatura residió en casa de unos amigos de la familia. Finalizados los estudios, cursó y superó las oposiciones; de esta manera, obtuvo el puesto de funcionaria del Servicio Agronómico del Ministerio de Agricultura y fue destinada a las dependencias administrativas de la calle Mazarredo de Bilbao.
En aquellos tiempos, Emilia vivía en Erandio, en casa de una tía de Ramón, ya que las familias tenían amistad. Ambos coincidieron en sus años jóvenes en Erandio, aunque no se llegaron conocer hasta el verano de 1934. Lentxu Rubial cuenta cómo fue el encuentro: “Mis padres se conocieron en la playa de Sopelana un día en que un matrimonio se estaba ahogando y mi padre se tiró al agua a salvarlos. Mi madre estaba allí, con unas primas de mi padre, que le habían hablado mucho de él porque era el favorito de la familia. Luego se hicieron novios.”
El noviazgo fue relativamente breve, ya que en octubre estalló la Revolución de 1934 y Ramón fue uno de sus protagonistas. Detenido en la calle Hurtado de Amézaga de Bilbao, fue encarcelado el 1 de noviembre, y estuvo preso durante 18 meses. A pesar de las dificultades, la relación siguió bien viva.
Ramón recuerda cómo conoció a Emilia
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