Ramón Rubial empezó a trabajar de obrero metalúrgico en los talleres Babio e Iribarren. Aprendió el oficio de tornero fabricando piezas de motores, generalmente para embarcaciones. Recuerdaba cómo las fábricas “tenían escuela de aprendices y de ahí se salía destinado a los talleres con una categoría determinada”, de ésta manera, hasta los diecisiete años combinó el taller con la instrucción en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao. Siguiendo los pasos de su padre recibió la influencia de la camaradería obrera que se respiraba en el taller: “Yo entro a trabajar como aprendiz en unos talleres, donde caigo además con un oficial que también era miembro del Partido Socialista”. Siendo muy joven, Ramón tuvo referentes cercanos.
La historia de la familia de Ramón está entrelazada, como muchas otras familias trabajadoras, con el desarrollo la industria moderna en el norte de España. Los Rubial se instalaron en Erandio y formaron parte de la mano de obra que trabajó en la industria siderometalúrgica, motor de la economía vizcaínaa partir de 1877.
Lentxu: “No sólo hay industria en la margen izquierda”
En el taller, años 30
En la margen izquierda, en Sestao, se encontraban los Altos Hornos de Bizkaia. Constituidos en 1902 a partir de la fusión de tres compañías: “Altos Hornos y Fábricas de Hierro y Aceros de Bilbao”, “La Vizcaya” y “La Iberia”. Un centenar de fábricas y talleres, junto con una mano de obra de 18.000 obreros, completaban el entramado siderometalúrgico. El mineral, procedente núcleos mineros como Gallarta, Ortuella, La Arboleda y San Salvador del Valle, era transformado por talleres y fábricas situados a lo largo de la ría, cuyos puntos de embarque, como Olabeaga, Zorrotza, Axpe, Lutxana, Sestao y Santurtzi, culminaban las conexiones entre una factoría y otra. El cúmulo industrial era completado por los talleres, dónde se fabricaban calderas, tubos, depósitos, placas, tornillos, clavos, alambres, piezas de cobre y bronce, camas… Entre ellos, destacaban los Talleres Deusto, los Zorroza, los Aurrera, y los Babio e Iribarren, taller en qué Ramón Rubial entró de aprendiz cuando tenía catorce años.
"A los 16 años me afilié al PSOE"
El ambiente del taller fue propicio para iniciarse en el compromiso político, un rito de paso de la juventud a la adultez. A los 14 años, Ramón Rubial a los 14 años se afilió al Sindicato Metalúrgico de la UGT-Bizkaia .
Carnet de afiliación a la UGT
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